El miércoles 28 de mayo, la Escuela de Medicina de la UCATECI celebró un Encuentro Académico-Espiritual para dar la bienvenida a 34 nuevos estudiantes del internado médico. La actividad incluyó una charla titulada “Ética profesional y bioética médica”, a cargo del Dr. Luis Rosario, coordinador general del internado, y culminó con una eucaristía en la Parroquia Universitaria Jesús Maestro.
Al inicio del evento, César Canela, decano de estudiantes, felicitó a los futuros médicos e instó a asumir esta nueva etapa con responsabilidad y entusiasmo. En sus palabras, destacó que este es un momento clave en el que el conocimiento se encuentra con la práctica y les exhortó a cultivar la disciplina y la ética profesional basada en el humanismo cristiano.
El decano también los animó a mantener una actitud de humildad y receptividad: “Cada experiencia es una oportunidad para crecer; nunca dejen de escuchar, de aprender y de cuestionarse con el ánimo de mejorar”. Además, les recordó que, aunque estén en los hospitales, siguen siendo estudiantes, y deben mantener una actitud de servicio y aprendizaje continuo.
La charla, realizada en el Salón Juan Pablo II, abordó temas fundamentales para el ejercicio médico responsable, como las actitudes profesionales, los valores éticos en la medicina, la confidencialidad y el consentimiento informado. El Dr. Rosario destacó la importancia de actuar con humildad y vocación de servicio y recordó a los alumnos que el objetivo principal del médico es salvar vidas.
Tras una ronda de preguntas, los asistentes en la actividad participaron en la eucaristía, presidida por el Rvdo. P. César Peralta, director de la Pastoral Universitaria. Durante su homilía, el sacerdote dio la enhorabuena a los internos por comenzar esta nueva etapa poniendo su formación en manos de Dios, y los alentó a pedir fortaleza y sabiduría para afrontar los retos de esta etapa: “La medicina es ciencia, pero un médico sin una vida espiritual es un simple técnico de la salud, y eso no va con esta universidad”, afirmó.
Subrayó que, al iniciar el internado rotatorio, se abren las puertas al espíritu de la verdad, que los guiará hacia la verdad plena, que es el Señor. Citando a San Juan Pablo II, recordó que “La fe y la razón son las dos alas que elevan al ser humano al conocimiento pleno de la verdad. Un ave no puede volar con una sola ala; así también nosotros necesitamos esas dos alas”.
Invitó también a los futuros médicos a acudir siempre al Señor en los momentos difíciles, confiando en que el Espíritu Santo los iluminará en cada diagnóstico y les revelará lo necesario para entender su vocación. Finalmente, les recordó los cuatro valores fundamentales de la medicina desde el humanismo cristiano: la dignidad de cada persona, la compasión, la búsqueda de la verdad y el servicio.
Durante la ceremonia, los nuevos internos recibieron una bendición especial y sus gafetes distintivos, símbolo del inicio de esta etapa crucial en su formación.
Al acto asistieron el Ing. Inocencio Then, vicerrector de Asuntos Académicos de Grado; el Dr. Bienvenido Veras, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud; el Dr. Joel Peñaló, director de la Escuela de Medicina; así como familiares de los nuevos médicos internos, quienes compartieron este significativo momento en su camino profesional.