La Comunidad Universitaria de la UCATECI se reunió en una eucaristía por el 10° aniversario del fallecimiento de su fundador, presidida por el Rvdo. P. Dr. Sergio de la Cruz de los Santos, rector de la casa de estudios, y concelebrada por el Rvdo. P. César Peralta, director de la Pastoral Universitaria, y el diácono José Francisco Martínez, auxiliar de Compras de la institución.
La labor pastoral y compromiso con la comunidad de Mons. Flores, los cuales han dejado una huella en la historia de la Diócesis de La Vega y del país, fueron resaltados por el rector en su homilía al referirse a él como un fiel creyente del desarrollo de los pueblos a través de la educación y del crecimiento integral de las personas, motivo por el cual, fue precursor de obras como la Universidad Católica del Cibao, el Seminario Menor Santo Cura de Ars, el Centro de Promoción Campesina, la Catedral Inmaculada Concepción, entre otras.
Monseñor Flores fue, ante todo, un apasionado educador, según lo describe el rector: “La educación es un camino hacia la libertad y la dignidad, su legado se materializa en cada aula, en cada estudiante que busca no solo aprender, sino también convertirse en un agente de cambio en la sociedad. Su deseo de ver prosperar a cada estudiante en un ambiente de amor y respeto es un llamado que todos debemos seguir”, expresó De la Cruz.
Diez años después de su partida a la casa del Padre, las autoridades académicas y administrativas, los docentes, los colaboradores, los estudiantes y la feligresía de la Parroquia Universitaria Jesús Maestro, recordaron con gratitud a este obispo cuyo fecundo ministerio sacerdotal y episcopal transformó la vida académica y espiritual de la institución, en una liturgia celebrada el 11 de noviembre de 2024. Al finalizar la ceremonia, el Sr. Luciano, presidente de la Junta de Vecinos de la Comunidad Universitaria, ofreció un testimonio sobre Mons. Flores en el que destacó su personalidad humilde y cercana.
Tal y como afirmó el rector: “Al recordar a monseñor Juan Antonio Flores, no solo celebramos su vida, sino que también nos comprometemos a continuar su obra. Que su ejemplo nos inspire a ser educadores con propósito, catequistas apasionados y defensores de la justicia social. Que cada uno de nosotros, como parte de esta comunidad educativa, asuma la responsabilidad de llevar adelante su legado”, sostuvo De la Cruz.
